martes, 5 de abril de 2011

LOS ÁRBOLES SON MÁS ÚTILES QUE LOS POLÍTICOS

Los árboles nos ofrecen sombra, frescor, belleza, atraen la lluvia, dan cobijo a las aves, rebajan la contaminación aérea y lumínica, detienen la erosión del terreno, ponen belleza y majestuosidad en nuestros paisajes y calles, nos dan diariamente un ejemplo de energía y vitalidad, con su silencio, con su rumor de hojas, caducas o no, ofrecen una protección contra el ruido y el calentamiento por altas temperaturas de fachadas y casas, absorben la humedad excesiva del terreno, en una tierra en la que a veces aumenta peligrosamente, también nos ofrecen humedad relativa en períodos de sequía prolongada, nos ofrecen frutos de muchos tipos para que podamos alimentarnos, además de bellas flores y deliciosos perfumes primaverales, incluso llegan a protegernos en alguna circunstancia de algún mal rayo que caiga cerca.

Todas estas virtudes y beneficios son y serán siempre reconocidas por aquellas personas que interpretan el mundo que les rodea con humildad y con sensibilidad. No con el espíritu de Atila, que es lo que por desgracia impera en nuestros tiempos. Y es que a nuestros políticos, rodeado por sus numerosos técnicos sin escrúpulos, les encanta destrozar los árboles, cuantos más y cuanto más ancianos y crecidos, mejor. Creen que así “diseñan” una nueva ciudad, sin entender ni un ápice que nuestro medio ambiente no les pertenece. No son sus dueños, aunque lo crean. Les falta humildad y les sobra crueldad.

No hacía ninguna falta, pienso, cargarse los árboles de la calle Puerto con esa rapidez y esa rabia. Aún no han empezado ni a levantar un ladrillo cuando ya están serrando al pie de las raíces unos ejemplares de considerable edad. Todo en aras de una reforma que seguro empeorará la calidad de vida de los vecinos de la zona y que añadirá aún más fealdad a nuestros paseos. Esta calle, condenada a ser una sufrida y ruidosa carretera de entrada y salida a la ciudad había generado su propio encanto en los árboles y vegetación existente, tras muchos años de degradación a causa del tráfico. Ahora llegan nuestros políticos inútiles y talan lo único bello que existía en este tramo urbano planteando un ensanchamiento de la calzada para meter aún más coches, más ruido y más contaminación, más inseguridad para el peatón, más horror. ¿Es esto lo que llaman la economía sostenible?