lunes, 8 de diciembre de 2025

MACANAZ Y GARCÍA ORTIZ

MACANAZ Y GARCIA ORTIZ 

Esta carta de opinión la remití a varios periódicos nacionales —entre ellos el diario El País y La Vanguardia— y ninguno de ellos la ha publicado. No entiendo el motivo. Parece que ha molestado mucho el que se haya aportado una información o antecedente histórico de un hecho bastante extraordinario, tras haberse afirmado por todos los medios que era la primera vez en la Historia de España que se condenaba a un fiscal general. En fin, otra censura más que sufro a lo largo de mi ya dilatada relación con la prensa oficial de esta bendita nación. 

Quería mediante estas líneas enviar mi comentario al respecto del fallo contra el fiscal general del Estado emitido por el Tribunal Supremo y que ha supuesto la inhabilitación y posterior dimisión del cargo del Sr. García Ortiz. No se trataría de la primera sentencia de este tipo en la Historia de España, aunque hay que remontarse al año 1714, cuando se condenó al fiscal general del Consejo de Castilla, Melchor de Macanaz, que nuestra excelente novelista, que ahora cumple su centenario, Carmen Martín Gaite, relató con precisión en un excelente libro de investigación histórica aparecido en 1970 titulado Melchor de Macanaz, Historia de un empapelamiento.

Unos años después, en 1975, apareció con otro título, aunque con el mismo texto: Melchor de Macanaz, Un paciente de la Inquisición. Ambos contaron con una buena difusión y excelentes críticas por el rigor histórico y el acopio de documentación inédita que aportaba. 
La escritora Carmen Martín Gaite (1925-2000)


Cito todo esto para situar a qué terrenos indeseables nos ha llevado esta magistratura del Tribunal Supremo: a los tiempos de la Inquisición, porque fue dicho Tribunal quien tomó el protagonismo de procesar a Macanaz por un escrito que hizo para que se reformasen las instituciones españolas y que le fue solicitado por el rey Felipe V. Macanaz hizo algunas consideraciones necesarias sobre la reforma de la Iglesia y de los tribunales eclesiásticos, así como sobre los delitos que cometían con impunidad muchos religiosos. El escrito fue denunciado y desató la furia de los ultras españoles que no podían permitir esas críticas a la máxima institución. Martín Gaite desveló todos los entresijos de este procesamiento, que supuso, por supuesto, la inhabilitación para el cargo y el embargo de todos sus bienes. El proceso trajo como consecuencia el exilio del fiscal en Francia y cuando volvió pasados muchos años, se produjo su encarcelamiento en el Castillo de San Antón en A Coruña. Pura historia hispánica. Parece que no han pasado los siglos.

Salvador Daza Palacios Doctor en Historia.

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