Ed. Espasa-Calpe,
Madrid, 2006. 563 págs.
Lo primero que habría que
decir sobre esta documentada obra es que se trata de una completísima
historia del servicio de espionaje papal, creado en 1566, que avala
una vez más que el gobierno del Vaticano, entonces y ahora, tiene
muy poco de espiritual, sino más bien de político, intrigante y
conspirador. Tramas violentas, robos, asesinatos, apoyo financiero a
golpes de estado de dictaduras militares, tráfico de armas, ayuda a
los genocidas nazis, todo ello, qué duda cabe, "en nombre de
Dios y de la fe católica" y siempre con el conocimiento o
consentimiento del sumo Pontífice.
No estamos aquí
precisamente en un terreno de ficción tan al uso en los últimos
tiempos, de novelas históricas sobre archivos secretos, claves de
arco o cuadros de Leonardo da Vinci. Todo lo que se cuenta ha
sucedido en la realidad y parece en la mayoría de los casos tan
difícil de creer en tanto en cuanto ha sido protagonizado por
hombres de la Iglesia, por cardenales y obispos consagrados, según
su credo, al amor a Cristo y al amor al prójimo.
Desde el Papa Pío V, bajo cuyo mandato comenzó a funcionar la Santa Alianza, hasta el papa Juan Pablo II, el asesinato selectivo "en nombre de Dios" actuó como medio para amedrentar a los "descarriados". Estos métodos de terror, que no fueron en absoluto exclusivos de la santa madre Iglesia, se añadieron además a los que ya disponía para mantener el orden, la doctrina, el dogma único mediante órganos represivos y públicos como la Inquisición. Pero ello no bastaba a su inagotable ambición. También se encargaba de "ajustar cuentas" con mandatarios, reyes, enemigos, banqueros y todo aquél que estorbase los grandes intereses materiales que se han ido siempre engendrando en torno a la institución religiosa más antigua de Occidente.
Todo lo contenido en este
libro está debidamente fundamentado en una completísima
bibliografía, aunque se echen de menos las citas oportunas en cuanto
a los archivos y documentos consultados. Los capítulos sobre la
Santa Alianza en los siglos XVI a XIX, y sus numerosas actuaciones en
los países europeos del entorno romano (en los que se incluye de
manera bastante abundante a nuestro país) poseen ese halo
característico de los libros de historia cuando lo que se narra se
sale del ámbito temporal de nuestra propia existencia. Pero los
últimos capítulos del libro, dedicados a la "misteriosa"
muerte de Juan Pablo I (uno de los papados más breves), el
larguísimo pontificado de Juan Pablo II e incluso al actualmente
gobernante, Ratzinger, resultan apasionantes por su contemporaneidad,
por tratarse de acontecimientos que hemos vivido y conocido de forma
más o menos completa todos aquellos que pasamos de los cuarenta y
que no podemos dar crédito a lo que se ha estado escondiendo bajo el
aura pontificia.
El gravísimo asunto de la
Banca Ambrosiana, el IOR, el Sodalitium Pianum, servicio de
contraespionaje, con las apariciones maquiavélicas del Roberto
Calvi, Michelle Sindona, el cardenal Marcinkus, y otros muchos
siniestros personajes, darían desde luego para escribir muchos más
libros de investigación, pues las actuaciones realizadas durante los
años que Frattini define como "Los años polacos" y "La
hora de los asesinos", no dejarán de sorprender a todos los que
se asomen a estas páginas, que no dudo en calificar de terriblemente
molestas e impresionantes para todos aquellos que siguen confiando en
una institución supuestamente espiritual que trata de beneficiar a
toda la humanidad y de transmitirle un mensaje de paz, amor y
solidaridad .
(C) • SALVADOR DAZA
PALACIOS
Publicado en "El Boletín", Guía de Cultura y Ocio de Sanlúcar, Abril de 2008.
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